[[de mi habitación]
Era noche entrada cuando llegué a casa de Avina. No quise despertarla así que simplemente me acerqué al pequño establo y me acerqué a Nit; esta enseguida empezó a relinchar de alegría y a duras penas pude conseguir que se callara.
-Tss... yo también te he echado de menos pequeña, pero ahora deja de moverte quieres?, no puedo desatarte si no te estás quieta...
Al fin pude desatarla y monté en ella, en su lugar dejé un saquito de monedas de oro, sabía que Avina no lo querría pero depsués de todas las molestias que siempre le causaba...
Salí del establo montada en Nit y a los pocos pasos ví como unas cuantas luces se encendían en la cabaña. Sonreí, saludé con el brazo y partí de allí; si me daba prisa llegaría a Derbhad sin truco de magia alguno.
[A Derhad]