Fiesta de cumpleaños de Dewdrop

Me giré al escuchar esa voz, ya había llegado? quizás era mejor así...tan solo tenía q acercarme y felicitarla, y ya podía irme...
Miré a Nika. Entré en la sala de nuevo, pasando por su lado.

-Grácias igualmente...

Y me dirigí hacía Jack y Dewdrop, que se estaban abrazando. Me quedé a un lado mirándolos.

- Ya, vale - le dije a Jack, un poco malhumorada. Le di la espalda para no contestarle mal, ya que no quería contestarle y ahora estaba un poco molesta -. Tranquila Shada, ya puedo yo.

Me giré y vi todo lo que había sucedido en unos momentos, Jack se había ido hacía el balcón, con una bebida en la mano. Me giré de nuevo hacía Dewdrop, con la mirada clavada en sus ojos.

-Felicidades Dewdrop.- Pensé en que ahora mismo podría estar dándole un tierno beso en los labios, como tantas veces. Siempre buscando un rincón donde vernos a solas, donde poder rozarnos tan solo un instante y sentir ese pequeño escalofrío de amor, ese dulce olor que ella...Lee, bah...basta!.

No sabía si darle dos besos en la mejilla o esperar..
-Insistieron en que me quedara a felicitarte...ahora ya me dejarán marchar.

Enseguida entendí todo aquello y me vinieron ganas de llorar de nuevo, pero no, ¡ya había llorado suficiente! Soluciones, si, si, era hora de buscar soluciones. Cerré los ojos unos segundos para aguantarme las lágrimas y al abrirlos me obligué a sonreir.

-Gracias por la fiesta Lee. Si quieres puedes quedarte, eh? Aun que claro querrás irte a hacer tus cosas y... -eres tonta! Mejor quedate calladita. Le dí dos besos y un abrazo, quizás me quedé cerca de él más rato de lo normal en un simple abrazo, intenté memorizar su olor, su tacto y sus brazos; segundos despues me obligué de neuvo a sonreir, a separarme de él y a irme a una distáncia prudencial, donde mi cuerpo no arrancara a correr hacía la puerta, hacía el balcón o hacía los brazos de Lee.

Me dirigí a la mesa a coger algo para beber

Me giré hacía esa voz tan conocida sonriendo

-Gracias Shada ^^

Cogí el refresco que me tendía Shada despues de que me abrazara, ese abrazo me reconforto y me ayudó a sentir algo mejor, a pensar friamente y a no venirme abajo delante de todos, más ahora que ya sabía que tenía de hacer.

-Cierto. -dije sonriendo, prové un sorbo.-Oh, este es dulce.

- ¿Si? ¡Voy a provar el mismo color que tú! -le dije sacando la lengua bromeando. Mientras buscaba por la mesa en color parecido al suyo, miré de reojo que hacia Lee en la fiesta.